Son equipos portátiles pero no de bolsillo, están abonados a lo táctil y tocan palos como el libro electrónico, el ocio multimedia o la navegación web. Los tablets vienen copando gran parte de la actualidad tecnológica durante los últimos meses, con un gran punto de inflexión vivido el pasado fin de semana con motivo del lanzamiento del iPad de Apple en Estados Unidos. Según datos de la compañía de la manzana, sólo durante su estreno el 3 de Abril se vendieron 300.000 iPads, algo por encima de lo conseguido en su día por un producto tan emblemático como el iPhone.
No obstante, la verdadera 'prueba de fuego' del iPad llegará cuando el equipo esté disponible en todo el mundo (en España aterrizará a finales de Abril) y termine la 'fiebre' inicial. Será el momento de observar el ritmo de ventas de un equipo que ha suscitado tantos halagos como críticas, como los de Lisandro Catani. Pero el iPad sólo es un ejemplo dentro del sector de los tablets. El primero en estar disponible por parte de un fabricante de cierto renombre, pero no el último. En un año estará compitiendo con rivales que optarán por soluciones puntualmente distintas, pero manteniendo la misma esencia. ¿Y cuál es esa esencia? O mejor dicho...
Firmas como Apple, Microsoft o HP buscan un nuevo filón de mercado con los tablets. ¿Qué tienen que ofrecernos y cuáles son sus perspectivas de futuro?
¿Qué es un tablet?
El apelativo tablet PC se remonta a máquinas con un diseño similar al de un ordenador portátil clásico, pero en pequeño formato y con una pantalla táctil, normalmente abatible y/o giratoria, pensada en un principio para aplicaciones de escritura y dibujo con la ayuda de un lápiz óptico. Un concepto que aún a día de hoy no termina de despegar (la iniciativa OLPC es quizás el ejemplo más clásico), dejando por el camino varias ramificaciones que nos llevan hasta los actuales tablets “a secas”.
Estos nuevos tablets renuncian a muchas piezas clásicas del ordenador portátil, quedándose sólo con la pantalla y cobrando el formato de una pequeña pizarra electrónica. Gracias a los avances en tecnologías táctiles que llevamos años viendo en la telefonía móvil, los botones y otros controles físicos son sustituidos ahora por una pantalla sobre la que el usuario aplica sus propios dedos. El tamaño habitual de esta pantalla es similar al que encontramos en los netbooks o miniportátiles de bajo coste. Sin ir más lejos, las 9,7 pulgadas de diagonal del iPad no se distinguen mucho de las 10,1 pulgadas que marcan el estándar actual dentro de este sector.
En cualquier caso, las fronteras que determinan si un producto es o no un tablet no son todavía estrictas. Y dichas fronteras no parece que vayan a estar marcadas tanto por lo físico como por las posibilidades del equipo: conexión inalámbrica a Internet, navegación web a golpe de dedo, reproducción de música y vídeo...
Los principales competidores
Sin duda, el Tablet que más expectación ha levantado es el propio iPad. Con él, Apple intenta repetir la 'jugada maestra' que usó en el iPod y el iPhone: centralización y contenidos. Tanto el hardware como el software del equipo corren a cargo de Apple, que además lo rodea de toda una serie de servicios añadidos: tienda de aplicaciones, de libros electrónicos, de música... Es un dispositivo caro (entre 500 y 830 dólares en función de la capacidad de almacenamiento y la opción de la conexión 3G), pero donde los de Cupertino quieren hacer caja de verdad es en los contenidos que entren en él.
De sus rivales, cada vez cobra más protagonismo el HP Slate, la apuesta conjunta de dos gigantes informáticos como Microsoft y Hewlett Packard: la primera aporta Windows 7 como sistema operativo, la segunda se encarga de ensamblar las piezas del hardware y crear una interfaz táctil para la ocasión, sobre un pantalla en este caso de 8,9 pulgadas. Sin fecha definitiva de salida al mercado, se sitúa en un rango de precios ligeramente inferior al iPad (550-600 dólares) e intenta distinguirse precisamente por ser capaz de hacer lo que el iPad no puede. El ejemplo más claro es el soporte flash para el navegador, necesario para reproducir vídeos de You Tube o acceder a los mini-juegos del Facebook.
El más veterano de los Tablets es el JooJoo, anteriormente conocido como CrunchPad. Se sustenta sobre tres grandes pilares: una pantalla más grande que la de sus rivales (12,1 pulgadas), poderío gráfico (gracias a la plataforma Nvidia Ion) y software libre, pues emplea Linux como sistema operativo. Aunque por momentos corrió el riesgo de quedarse como un simple proyecto (incluyendo demandas entre la firma Fusion Garage y el bloguero Michael Arrington, padres del equipo), hace unas semanas que está disponible por 500 dólares.
Sectores rivales
¿Qué hueco de mercado van a llenar los tablets? ¿Crearán uno propio o desbancarán a otro ya existente? Algunos analistas coinciden en señalar que este nuevo producto es un peligro potencial para dos sectores también bastante jóvenes: netbooks y lectores de libros electrónicos (o e-readers).
Los primeros, después de su boom inicial, parece que comienzan a estancarse. Según la consultora IDC, durante los tres primeros meses de 2009 se vendieron un 872% más de netbooks que en el mismo periodo de 2008. En el primer trimestre de 2010, en cambio, el crecimiento interanual se ha quedado en un 33,6%.
El caso de los e-readers se antoja quizás el más difícil, pues de momento los tablets no disfrutan de las ventajas de visualización que proporciona la tinta electrónica. A este respecto, el dato más significativo lo proporciona una encuesta realizada por Gene Munster y Piper Jaffray 'a pie de campo' en las mismas tiendas de Apple en Nueva York y Minneapolis. De los 448 encuestados, el 7,5% admitió que sustituiría su Amazon Kindle (el e-reader más popular en Estados Unidos) por un iPad.
No son datos todavía definitivos, pero pueden estar indicando futuras tendencias. De todas formas, el tablet acaba de nacer, y su primera asignatura será afianzarse como un producto por el que se decante un público medianamente mayoritario, y no sólo los early adopters.
0 comentarios:
Publicar un comentario